This heart...beats for only you

Habían pasado practicamente tres semanas desde que había llegado a la Academia, y de que me había enterado de los sentimientos de Matt hacia mi, y con ello me había sumergido en un mar de dudas. Sabía lo que quería aunque el como no aun. Pero tenía una cosa clara y como había prometido debía decirselo a Matthew.

Eran como las 6 de la tarde ya había entrenado y luego de eso había ido a buscar a Matt a su lugar de entrenamientos pero ya no estaba, suspuse que staría en su habitación. Antes fui a la mia me duché y luego me puse una polera y un short deportivos, unas zapatillas y fui a la habitación de Matt. Una vez allí llamé a la puerta esperando que allí estuviese.

Esperé algunos segundos hasta que Matt porfin apareció. - Hola Matt - le dije sonriente mientras daba un beso en su mejilla.

-Puedo pasar? - no esperé su respuesta y entré, parecía una niña pequeña y boba, talves era el nerviosismo de la situación. - ...lo prometido es deuda - añadí ya adentro de su habitación.

Sonreí nerviosa y mordiendo levemente mi labio inferior. - Eso quiere decir que... estuve pensando- fije la vista en sus ojos - y quiero estar contigo - dije casi en un susurro inaudible.

- Antes de que digas nada... hay un pero, no se que hacer con Evan, se sentirá mal y si se lo propone puede hacerme la vida imposible, más aun si sabe el porque, nos haría la vida miserable a ambos... y no soy capaz de hacerlo - admití bajando la mirada y mordiendo nuevamente mi labio inferior, suspiré diciendole todo de una vez.

Correspondí a su beso ahora más segura de lo que quería para mi, quería a Matt. El contacto con sus labios era maravilloso, segui besandolo con entusiasmo mordiendo de vez en cuando su labio inferior.

Cuando necesité aire me separé de él, entonces volví a pensar. Era cobarde, si y mucho. - Soy una maldita cobarde...pero porfavor tenme paciencia - pedí en un susurro, aun no era capaz de hablar con Evan.

Me abracé a él fuertemente, en estas semanas que había pensado, me había dado cuenta de que lo necesitaba y lo quería conmigo, no sabía que significaba eso, como se llamaba ese sentimiento, pero lo unico que tenía claro era que lo quería junto a mi. - Puedo saber desde cuando te gusto? - pregunté con ternura.

Su respuesta me llamó la atención, no me lo esperaba, cuando lo había conocido tenía cerca de 15 años, era una niña... no pude evitar sonrojarme levemente. - Que significa 'gustar nada más'? Que cambió? - pregunté con inocencia.

- Y eso significa...? - pregunté en un susurro. Me sentía imbesil preguntando tanto, pero aquello salía de mis labios sin pensarlo, me sentía comoda allí.

No pude responder, principalmente porque no sabía que era lo que sentía. Lo necesitaba, me gustaba...pero jamás me había sentido asi por lo que no sabía como llamarlo. Lo unico que podía hacer por el momento era demostrarlo. Tomé sus rostro delicadamente con mis manos para luego unir nuestros labios en un dulce y entusiasta beso.

- Claro que me quedaré contigo - dije sonriendo dulcemente. - A menos que me eches - reí mientras me acomodaba aun rodeada por él.

- Pensabas echarme? Es asi como me tratas? - dije divertida fingiendo enojo, mientras me cruzaba de brazos y le daba la espalda, intentando permanecer 'seria'.

- Intenta convencerme, haz tu mejor esfuerzo - sonreí con suficiencia mientra lo miraba con el deño fruncido.

- No te daré las respuestas, utiliza tu cerebro y más te vale ser convincente... talves no necesites mucho, solo un gesto - comenté.

Reí divertida, esto era gracioso. - No sabía que además tenías talentos artísticos -comenté, antes de acceder aun soltando una leve risita a su petición.